Podcast: Tunjuelito_Piel Río y Memoria
Durante dos jornadas intensas, habitantes y visitantes dejaron de ser espectadores para convertirse en narradores y agentes de cambio, demostrando que la cultura es la herramienta más eficaz para el bienestar comunitario y la seguridad ciudadana.
Un espectáculo de identidad y reapropiación
El sábado 29, el espacio público desde las calles principales hasta la Plazoleta del Centro Comercial El Tunal se transformó en una vibrante pasarela de identidad. Emprendimientos locales, danza, grafiti, freestyle y comparsas convergieron en una polifonía estética que permitió a los vecinos reconocerse en sus propios relatos.
Más allá del arte, esta jornada funcionó como una práctica protectora frente a la vulnerabilidad social: la visibilidad y el orgullo barrial se consolidaron como factores determinantes para la salud emocional de la población.
Memoria que sana: La Ruta de los Tunjos
El domingo 30, la programación se centró en la resiliencia y el saber ancestral. La "Ruta de los tunjos — hijos del agua", que partió desde la Parroquia del Divino Rostro hacia el Parque CAI San Carlos, trazó una cartografía sensible del territorio. Este recorrido poético y artístico reforzó los vínculos intergeneracionales, combatiendo el aislamiento social y preservando saberes locales como una "vacuna simbólica" contra la desmoralización.
Impacto técnico y social: Cultura es Salud
Desde una valoración conceptual, el festival dejó resultados contundentes:
Cohesión Social: La participación directa de la comunidad en el diseño y ejecución del evento mejoró la percepción de seguridad y el bienestar psicológico.
Entornos Saludables: La recuperación de parques y plazas redujo los riesgos asociados a la marginación urbana a través de la vigilancia social positiva.
Economía Local: El festival actuó como motor económico, fortaleciendo circuitos de comercialización para emprendedores y creadores de la localidad.
Hacia una política de bienestar sostenible
Tras el éxito de la jornada, expertos y organizadores proponen institucionalizar el laboratorio Barrios Vivos como un puente permanente entre la Alcaldía Local, las organizaciones comunitarias y las redes de salud. Entre las recomendaciones clave se encuentran la creación de líneas de apoyo técnico para microempresas culturales y la integración formal de la agenda artística en los planes locales de salud mental.
Tunjuelito ha demostrado que cuando la comunidad se apropia de su narrativa, la cultura se convierte en el principal activo para la vida.
